Te echo de menos
No me gusta venir al cementerio. Quizá porque prefiero recordarte siempre vivo, y en este lugar la bofetada de realidad es demasiado grande. Pero cada
No me gusta venir al cementerio. Quizá porque prefiero recordarte siempre vivo, y en este lugar la bofetada de realidad es demasiado grande. Pero cada