No, hoy no hemos estado en el último garito de moda tapera. Hoy he tenido que ir a casa de mis padres un momento, a la hora del aperitivo, y ahí me estaba esperando esa cerveza fresquita, irrechazable… Y si encima está acompañada de una tapa de boquerones caseros, hechos por el señor Mata, ya ni te cuento.
Me encanta ese pequeño momento, esa sensación de volver a mi casa y charlar un ratito con mi padre, de política, de fútbol, de los pequeños, o de como de bien ha colocado el nuevo espejo del baño… De vez en cuando se une mi madre, que se quedará más o menos tiempo dependiendo de si hablamos mucho de fútbol… 😊 Que lejos quedan aquellas peleas de adolescente por arañar unos minutos más a la hora de llegada, o de intentar ir a la última acampada con toda la peña de Leganés… 😊
Me encanta porque me recuerda a mi padre cuando iba a casa de mi abuelo, y yo veía las caras de satisfacción de ambos. Y me encanta pensar que algún día, cualquier nieto mío acompañe a uno de mis tres vástagos a verme, y pueda ver las mismas caras que veía yo entonces…
