Vaya post negativo de ayer, seguramente provocado por la desolación de no haber pillado nada en la lotería… Realmente no. Sinceramente, lo de la lotería me da un poco igual… A mi me tocó la lotería hace tiempo, tengo todo lo necesario, solo me falta la gente que se ha ido antes de lo esperado. Pero aún así, debo sentirme afortunado.
Por eso creo en las señales. Por eso me gusta ilusionarme con los pequeños detalles. Por eso hoy, al volver a casa con Nicolás, y ver un arco iris reflejado en los fríos azulejos de mármol, me ha dado por pensar que siempre hay un rayo de luz capaz de inundar de color el espacio más lúgubre.
Vaya desde aquí mi homenaje a todas aquellas personas que siguen buscando su rayo de esperanza, para que no se rindan nunca…