Hoy es uno de esos días llenos de ilusión para los peques, donde puedes ver como se emocionan ante la inminente llegada de sus majestades de oriente. Desgraciadamente, el tiempo no ha acompañado hoy. Y como nunca llueve a gusto de todos, ha tenido que ser precisamente hoy cuando le ha dado a la lluvia por hacer acto de presencia.
Una pena, porque al final solo hemos salido con Nicolás, y aunque se ha puesto chorreando, le han dado muchos caramelos y ha disfrutado al máximo. Sobre todo porque ha podido estrenar sus botas de agua, que no sabíamos si al final lo iba a lograr este año, o ya para después de la sequía… 🙂
Ahora, a acostarse prontito, a ver si se portan bien sus majestades. Yo creo que he sido bueno, pero me da a mi que no todo el mundo en casa opina lo mismo 🙂