Todas las Amaratas terminan con la foto final, justo antes de irnos. Una foto que resume lo bien que lo hemos pasado.
Es un orgullo pertenecer a esta familia. Es un orgullo el ser tan grande. Es un orgullo el llevarnos tan bien. Somos un grupo grande y variado, cada uno con nuestras cosas, con nuestras opiniones, y nuestras diferencias. Evidentemente, por edad y por relación, tienes más afinidad con unos que con otros… Pero todos juntos somos una gran familia. Fuerte. Arraigada. Donde el respeto, la cordialidad y la tolerancia son nuestras banderas. Una gran familia que te acompaña en los buenos momentos, y por desgracia, también en los malos. Y es en los malos, donde te sientes arropado, donde sientes de verdad que están ahí.
Y aunque en estos momentos siempre uno echa de menos a quien echa de menos, no puede evitar sentirse contento de que año tras año se va repitiendo la tradición. Y más contento aún cuando ves a tus hijos relacionarse con los demás niños. Y deseas que encuentren una amistad tan grande como la que encontré yo en la familia, para que estén deseando ir a Infantes como yo lo he deseado siempre.
Es una pena que los peques hayan estado malitos (hat-trick de vómitos el sábado por la noche, los 3 cachorros), no hemos podido disfrutar todo lo que nos hubiera gustado. Pero hemos podido ir, que es lo importante. Otros años no se ha podido, y da pena. A ver si nos volvemos a ver en Semana Santa, para conocer a las nuevas incorporaciones… La familia crece. Y eso siempre es motivo de alegría, y de celebración…
PD: No puedo olvidarme qué día es hoy, pero por motivos evidentes, no hemos estado en Madrid. Mañana será mi pequeño homenaje…