Amarata 2018 (3 de 3)

Todas las Amaratas terminan con la foto final, justo antes de irnos. Una foto que resume lo bien que lo hemos pasado.

Es un orgullo pertenecer a esta familia. Es un orgullo el ser tan grande. Es un orgullo el llevarnos tan bien. Somos un grupo grande y variado, cada uno con nuestras cosas, con nuestras opiniones, y nuestras diferencias. Evidentemente, por edad y por relación, tienes más afinidad con unos que con otros… Pero todos juntos somos una gran familia. Fuerte. Arraigada. Donde el respeto, la cordialidad y la tolerancia son nuestras banderas. Una gran familia que te acompaña en los buenos momentos, y por desgracia, también en los malos. Y es en los malos, donde te sientes arropado, donde sientes de verdad que están ahí.

Y aunque en estos momentos siempre uno echa de menos a quien echa de menos, no puede evitar sentirse contento de que año tras año se va repitiendo la tradición. Y más contento aún cuando ves a tus hijos relacionarse con los demás niños. Y deseas que encuentren una amistad tan grande como la que encontré yo en la familia, para que estén deseando ir a Infantes como yo lo he deseado siempre.

Es una pena que los peques hayan estado malitos (hat-trick de vómitos el sábado por la noche, los 3 cachorros), no hemos podido disfrutar todo lo que nos hubiera gustado. Pero hemos podido ir, que es lo importante. Otros años no se ha podido, y da pena. A ver si nos volvemos a ver en Semana Santa, para conocer a las nuevas incorporaciones… La familia crece. Y eso siempre es motivo de alegría, y de celebración…

PD: No puedo olvidarme qué día es hoy, pero por motivos evidentes, no hemos estado en Madrid. Mañana será mi pequeño homenaje…