Ha sido el primer día en mucho tiempo en que he ido al parque directamente, al salir de trabajar. Entre la climatología y salir tarde, no me era posible disfrutar un poco de los peques 🙂
Como no, hemos ido al parque del tobogán grande, y también nos ha acompañado Pilar. Pero quiero dedicar mi foto a Mateo, que ha ido corriendo a saludarme por la espalda… Casi me lo como. Y me guardo la foto de los cuatro pequeñajos para una en la que no estén posando… Se merecen una foto más divertida, como ellos… Aunque en esta del interior del blog al menos han salido majos todos 🙂
Por cierto, aunque no son tan azules como los de sus hermanos, vaya ojazos gasta mi Mateo… Amor de padre 🙂