Un gato negro

Hoy Ana trabajaba, y yo no. Mis padres de puente en el pueblo. Además, hoy Ana venía más tarde que de costumbre… Resumen, todo el día cuidando de los tres fieras 🙂

Imposible hacer nada, imposible hacerles fotos… Dios que energía hay que tener… En cuanto ha llegado Ana, a la calle a comprar, con una sonrisa en la cara enorme, a que me diera el aire un poco 🙂 Me he llevado la cámara, y he podido inmortalizar a este felino… Una pena que se asustara, lo quería haber pillado más cerca. Al menos me regaló esta pose chula.