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Un poquito de equilibrio

Este domingo tocaba ir a comer con amigos y luego al teatro. Como el día de «El Mundo Lirondo» Ana, JuanPe, Loli, Romero y todos los cachorros, fueron nuestros acompañantes.

Para que os hagáis una idea, la comida fue de la mesa al parque de bolas, del parque de bolas a la mesa, a coger cosas al bufé, que otra vez más bolas… Reventados terminamos.

Y luego al teatro, donde Nicolás y Celia disfrutaron mucho, pero Mateo Culoinquieto no paró en toda la obra… Otra paliza más. Y es que hay que hacer malabares cada vez que salimos con los tres…

Eso sí, tuvimos un ratito de equilibrio (mental), cuando estuvimos unos minutos en el parque y pudimos relajarnos… Y ya respondo yo la pregunta: No, no nos aburrimos 🙂