He dudado mucho como titular este post, así como la foto que quería poner. Porque es un día que sabes que debería ser alegre, pero al final estás un poco cabreado, más bien rabioso por no festejar este día como se merece. La pena y la nostalgia del aniversario de su pérdida están demasiado recientes, algo más que se añade al día extraño que es hoy.
Pero no quiero recordarle de manera triste, porque cada cumpleaños era una fiesta con él. Un año más a su lado, un año más riendo. He abierto un viejo álbum y he visto una foto que tenemos de pequeños, en el parque de atracciones. Yo iba más o menos normal, para la época, pero mi hermano Alfredo llevaba unos pantalones por los que deberían haber denunciado a mi madre. Nos reíamos mucho viendo esa foto, más yo que él, porque en el fondo le entraba mala leche por ser el más hortera vestido.
Te hecho de menos, brother, y me hubiera gustado pegarte un buen tirón de orejas, y haber ido a molestar a casa con Ana y los tres fieras. Nos hubiéramos puesto hasta arriba de cenar, y posiblemente hubiera caído algún que otro licor… Por eso, mi brindis de hoy ha sido mirando al cielo. Mirando arriba y mandando un beso enorme. Para que sientas el cariño que te tenemos, y que sepas que te seguimos recordando… Echándote mucho de menos, como no puede ser de otra forma. Pero con una sonrisa en el alma…
