Es indudable que toda esta situación anormal, de privación de libertad, nos está afectando a todos. Por desgracia, no me hacía falta todo esto para darme cuenta donde están las cosas verdaderamente esenciales de la vida.
Pero si que es cierto, que de vez en cuando te despistas un poquito, y no viene mal una colleja para que vuelvas a la realidad… Con una colleja hubiera bastado, no con un revés de estas dimensiones…
El caso es que, cosas tan cotidianas que hacíamos antes, ahora son especiales y limitadas. Un simple paseo por el parque, hacen que se disfrute como si fuera un paseo por las nubes…
