Se supone que hoy tendríamos que ir a casa de mis padres, o si el tiempo lo permitiese, a irnos a comer todos fuera, para celebrar el día de la madre. No quiero seguir hablando que me cabreo…
Nos tendremos que conformar con una videollamada, y felicitarla en la distancia. Una pena terrible, pero es lo que hay. Guardaremos todos los besos y abrazos de hoy para cuando podamos dárselos de verdad.
No voy a repetir todo lo que dije sobre mi madre en la anterior entrada, «El día de la madre», pero quiero que sepáis que por muchas cosas que le pueda decir, nunca le podré agradecer todo lo que ha hecho, hace y hará por mí. Porque una madre, es una madre, y eso es eterno.
Feliz día, mamá. Te quiero mucho, pronto volveré a abrazarte… Mientras tanto, habrá que cuidarse mucho, y seguir conformándonos con los encuentros digitales.
PD: La foto no la he hecho yo, las manos que aparecen son las mías. Es del día de mi boda, mientras mi madre me ayudaba a vestirme… ¿Quién si no? 🙂 Gracias a @_alexpagan por el gran trabajo que hizo con nosotros…