En pleno confinamiento en casa, y va un azulejo del baño y se cae. Y como hace un hombre cabal en estos casos, llama a su padre para que le aconseje. Y como ya se puede, pues se hoy quedamos para arreglar el desaguisado…
Me temí lo peor, pero nada que una tarde de Pegoland no pueda resolver 🙂 Pensé yo que anochecería, pero, por increíble que parezca, no hubo ningún problema. Esperemos que no se caiga 🙂