Hace unos días poníamos una foto del viejo Harry, encerrado en su transportín porque iba al veterinario. Pero me sabe mal sacarlo entre rejas, como si estuviera castigado.
Así que hoy le dedicamos la foto, libre, posando. Últimamente le gusta mucho ese rincón de la casa. Seguramente sea porque ahí corre el fresquito cuando hace un poco de aire 🙂