Mi PC necesitaba una reparación, pero ya. Necesitaba actualizarme a Windows10 por una semitorpeza cometida, así que ya estaba barajando opciones… ¿Un PC nuevo? ¿Me paso a portátil?
Al final, la opción más eco(lógica) era reutilizar y reciclar. Y más teniendo en cuenta que tengo un i7 como procesador. Tocaba entonces ponerse las pilas y manos a la obra. Disco duro SSD nuevo, Windows10, abrir, cambiar disco, instalar el sistema operativo, y a reinstalar programas necesarios… Operando, que lo llamo yo.
Todavía falta ponerlo a punto y esperar un tiempo con el disco viejo para no perder nada, pero muy contento de haber dado este paso, y que haya salido bien 🙂