Sí, esos pequeños que se ven a lo lejos son los míos, jugando al atardecer, con piedras, para variar.
Hay que aprovechar estos días de sol, sin frío, y con libertad… Que luego nunca se sabe 🙂
Sí, esos pequeños que se ven a lo lejos son los míos, jugando al atardecer, con piedras, para variar.
Hay que aprovechar estos días de sol, sin frío, y con libertad… Que luego nunca se sabe 🙂