Mucha gente estaba esperando con ansia despedir a 2020. Como si en 2021 todo se fuera a arreglar chasqueando los dedos, o diciendo una palabra mágica…
No será así, tocará ser pacientes. Tocará sufrir todavía un poco. Tocará esperar para poder recuperar todos los besos y abrazos perdidos. Pero sin duda, es un nuevo año cargado de retos y esperanza. Eso no nos lo puede quitar nadie.
Mientras tanto, mi motor, mi ilusión, mi esperanza, estará ampliamente basada en estos tres trastos que dan cada día más sentido a mi vida. Con ellos superaremos todos los retos que se nos pongan por delante…
