Cuando un día se cumplen dos acontecimientos dignos de ser destacados, no tengo por menos que dedicar el día siguiente a uno de ellos.
Ayer, después de bastante tiempo, pude estar de nuevo por Madrid… Una de las cosas que he perdido, y que hecho terriblemente de menos, es poder pasear por ella cuando volvía de trabajar… Posiblemente eso ya no vuelva. Por eso, disfrutaba cada paseo como si fuera el último… Por eso, saboreo ahora cada paseo como si fuese el primero…
Os dejo con una bonita luz golpeando edificios en la Plaza de Lavapiés…