Domingo de Resurrección, se acaba una Semana Santa atípica, sin lugar a dudas. Algo triste y muy nostálgica. Ya vendrán tiempos mejores.
Resucitaremos, volveremos, seremos de nuevo grandes. Hoy más que nunca, un rayo de esperanza y una mirada al cielo, quizá invocando una petición deseada por todos. Y la vida nos devuelve una preciosa vista de una bandada de pájaros surcando el cielo…
