Es raro que no haya salido antes, pero una de mis grandes pasiones para fotografiar, aparte de las flores, son los faroles que cuelgan de las pareces. Me encantan. Dan mucho juego a la hora de fotografiar, bien sea de día, o a primera hora de la noche…
Y para empezar la serie, que mejor que hacer la foto a un farol de la calle Espoz y Mina, de Madrid. Me apetecía sentir el frío en la cara, para despejarme un rato, y nada mejor para eso que caminar hacia Atocha. Y esta vez, el trayecto pasaba por Espoz y Mina, calle donde Ana y yo vivimos una corta intensa temporada… Dios, que recuerdos. Tenías que bajar la basura arreglado y con colonia, al vivir tan al centro no sabes a quién te puedes encontrar 🙂
