Este viernes, camino de Infantes a pasar el fin de semana. Hace mucho tiempo que no vamos por allí, y ya iba siendo hora. Reencuentros con la familia y con las viejas costumbres, pero esta vez con mascarilla. Pronto habrá un monográfico de mi pueblo, prometido.
De camino, tuvimos que parar un momentito, y quiso la casualidad que nos regalase un atardecer en todo su esplendor. Y es que los atardeceres manchegos tienen mucho que decir…
Comentar que la imagen está tal cual fue tomada con el móvil. Sin retoques, sin revelar… Otra vez que hubo suerte 🙂