En otra entrada de nombre parecido, Harry descansaba con la cabeza alta y mirando a la cámara. Hoy, el descanso del guerrero es diferente, mostrando a un Harry completamente dormido.
Y es que la edad no perdona. Son más de tres años de diferencia, y eso se nota, más en un gato. Un campeón Harry, siempre con Ana cuando va al dormitorio, y siempre con nosotros en el sofá cuando nos podemos sentar un ratito en él…
