Un pequeño juego de palabras, homenaje a la cordillera asiática del Karakórum. Era la expresión que utilizaba El Patillas en vez de la tradicional «¡caracoles!» A veces jugábamos a utilizar estas expresiones más suaves estilo «¡cáspita!», en vez de las palabras malsonantes que solíamos utilizar…
Hoy, al ver los peques a estos pequeños animales, y empezar a gritar, no he podido evitar acordarme de aquellas risas que nos echábamos, hace ya demasiado tiempo…