A veces te cae un proyecto que en principio parece que será un proyecto sencillo, se convierte en todo un reto. El cliente tenía una idea que considerábamos no muy acertada. Había que convencer, a través del trabajo, de que nuestra visiónera más apropiada.
La creación de un logotipo puede ser un proceso relativamente sencillo, o puede complicarse si no eres capaz de dar con la idea adecuada. En este caso, era uno de los segundos… Pero la magia hizo su esfuerzo.
Después de unos días pensando y dándole vueltas a una idea que no funcionaba, me quedé dormido en el sofá después de cenar. Y soñando, tuve una idea… ¿Por qué no crear el isotipo a partir de la tipografía? En ese momento me desperté. Miré el reloj. 5:15 AM. Rápidamente me fui a bocetar la idea que había tenido, para no perderla… Al día (rato) siguiente, pude desarrollar una versión que se transformó en un logotipo que gustó muchísimo…
Postdata: El eslogan, tabién surgió de una idea feliz e inspiradora, y también creemos que acertamos.