A veces en Storytel me piden diseñar una portada adaptándome al diseño de una primera parte, o de una serie de novelas. No es que se coarte tu creatividad, todo lo contrario. El diseño se convierte más que nunca en una herramienta de comunicación. Es como un entrenador de fútbol que que viene a mitad de temporada, tiene que armar un equipo con los jugadores que tiene. Pues en este caso, igual, hay que diseñar una portada partiendo de unos elementos dados.
Y eso es lo que hicimos con «Las mujeres del Flanagans» diseñar una portada, aportando toda la creatividad posible, siguiendo un patrón dado.