Como ya he dicho muchas veces, este trabajo de diseñador de portadas te da auténticos regalos. Este es uno de esos casos, diseñar las cubiertas de dos obras de John Steinbeck, para mí fue un auténtico orgullo y places.
La búsqueda de las imágenes antiguas, siguiendo además una línea ya dada, fue un arduo trabajo, a la par que reconfortante. Creo que el diseño final transmite lo que yo quería transmitir, lo que el autor y la época de las novelas me inspira…