A la salida de la oficina llovía, hacía un día de esos tristes y fríos, impropios de primavera. Este bromazo del clima esta primavera está llegando demasiado lejos…
Y justo delante de la puerta, vi un paraguas tirado, roto, inservible a pesar de su flamante color rojo. Me pareció una imagen bella a pesar de su tristeza. Creo que tanto ver Toy Story con los peques hace que me crea que los objetos tienen su corazoncito… 🙂