Desde muy niño una de las cosas que más me encantaba en primavera eran esos pedazo batidos de fresa que nos hacía mi madre, con leche y azúcar, y a veces hasta con nata.
Ahora soy yo el que ha revivido esa tradición, y todas las primaveras compramos una caja de fresas semanales, y nos las vamos zampando en batido sí, batido también… A los peques les encanta. Y a Ana y a mí también 🙂
No puede faltar la nata, y vamos evolucionando a echarle también virutas de chocolate o de colores… No se si estará tan rico como el Martin & Lewis de 5$ de Pulp Fiction, pero seguro que peor no está, porque le pongo bien de fresas y sale de un rosa intenso que alucinas…
Como se me han acabado las virutas de chocolate, no os voy a dar envidia con ese delicioso manjar. Nos centraremos pues, en la principal materia prima 🙂