Vida social en el centro

Una de las grandes ventajas de trabajar en el mismísimo centro de Madrid, es que puedes quedar a comer con más gente que estando en las afueras. Mira que no me lo montaba mal antes para esto de comer, pero ahora se abre un amplio abanico de posibilidades.

Ya quedé a comer con Ana, Sergio y Cris el viernes que se puso el piercing, y hoy ha tocado comer con mi hermana. La verdad es que solamente esperaba comer con ella y su amiga Sonia, pero al final han venido también otras compañeras: Elena, Laura y Ana. Muy majas todas, ha sido una reunión agradable aderezada por unas hamburguesas (y alguna cobarde ensalada 🙂 ) pero que bien ricas.

El fotógrafo es malo, y había poca luz en el sitio… Así que hemos tirado hoy de revelado y un poco de artisteo, para intentar conseguir una foto con ese saborcillo antiguo de las buenas reuniones…